Las fracturas por avulsión de la tuberosidad tibial son lesiones poco frecuentes.
Se observan generalmente en adolescentes deportistas entre los 14 y 16 años.
La mayoría de estas lesiones ocurren durante las actividades deportivas que incluyen saltos.
Existen una serie de factores predisponentes que se han relacionado con la aparición de estas fracturas como son: rótula baja, centro de osificación separado y enfermedad de Osgood-Schaltter.
La primera clasificación de esta fractura fue descrita por Watson-Jones:
Tipo I: avulsión de un fragmento pequeño sin lesionar la epífisis tibial proximal.
Tipo II: se separa la tuberosidad sin compromiso de la articulación.
Tipo III: la fractura se extiende hasta la articulación.
El tratamiento de las fracturas desplazadas requiere reducción y estabilización quirúrgica.
Caso Clínico
Se presenta el caso de un futbolista de 14 años que acude al servicio de Urgencias por dolor e impotencia funcional en la rodilla tras mal apoyo mientras jugaba al fútbol.
Refiere antecedentes de Osgood-Schaltter.
Presenta inflamación en zona de la rodilla con dolor a la palpación sobre la tuberosidad tibial anterior. Limitación funcional con imposibilidad de realizar extensión activa de rodilla.
En la radiografia apreciamos fractura-avulsión de la tuberosidad anterior de la tibia.
Se decide realizar tratamiento quirúrgico de la misma.